
Como estudiantes en la fuga de San Diego, acompañé a Yelitza y Sergio para esta sesión y recorrimos el camino de San Diego hasta llegar a la ermita. Camino famoso, porque antaño los estudiantes, cada noviembre "se fugaban de clase" y llegaban a la ermita donde acostumbraban a contar los botones de la estatua del fundador del convento, Juan de Ayala, que según la tradición servía para aprobar el curso. La tradición de la fuga se remonta a 1919 cuando llegó a La Laguna el catedrático Diego Jiménez de Cisneros, quien impidió a los estudiantes acudir a la romería de San Diego y a partir de entonces tomaron la decisión de no asistir a clase durante un día cada año.
Pero además, la ermita cuenta con otra leyenda; la del muro del diablo, que, según el pueblo, construyen los vecinos y aparece misteriosamente cada día en el suelo. Además, en la espesura del monte se encuentra la cueva de Satanás y el lugar donde antaño bailaban las brujas, siendo notorio que las curanderas hacían sus prácticas un poco más abajo, en el lugar conocido como Los Cuatro Caminos.
Y volviendo a la sesión de esta pareja, tengo que decir que pasamos un rato agradable y especialmente divertido cuando un simpático Golden Retriever nos hizo una visita y se coló en nuestras fotos tan espontáneamente.



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